The Cloverfield Paradox
por Julius Onah.
Años atrás y por
medio de la televisión tuve la oportunidad de ver Cloverfield, una película de
terror y quizá ciencia ficción donde un monstruo ataca la ciudad mientras tú
ves lo que sucede desde la perspectiva de un chico con su cámara y su grupo de
amigos/conocidos que ante el primer ataque tratan de ir hacia un lugar seguro y
resguardado por fuerzas militares.
Quitando el hecho
de que quién en su sano juicio tendría la entereza de mantenerse grabando
mientras la ciudad entera entra en caos y tu propia vida está en peligro, al
final la única duda resuelta es lo que pasa con ese grupo de amigos, mas el
origen del monstruo, el ataque y demás queda en una enorme incógnita que a
juicio propio fue llenada con la idea de un experimento militar que se salió de
control.
Tengo entendido que
salió otra película que aparentemente no tenía correlación, pero poseía la
misma base, finalizando también con cero explicaciones sobre lo que ocurría o
mejor dicho cómo inició. Hasta semanas atrás que se lanzó esta película cuyo
objetivo inicial era dar explicaciones.
La ví con cierta
precaución, debido a que nada me decía si en esta aventura espacial vería a la
misma criatura o a una versión de menor tamaño, también desconocía si habría
muertes sangrientas o no. Se podría decir que salté al vacío queriendo resolver
mi duda de tiempo atrás.
Y se podría decir
que dicho misterio fue resuelto, aunque quizá de una manera muy abierta dejando
muchas cuestiones flotando, pero la principal del origen de la llegada de esos
seres a la tierra fue resuelta gracias a la magia de la ciencia ficción. Yo
quedé satisfecha con el juego de las dimensiones, ya que estas siempre dejan un
gran número de posibilidades, aparte también está el hecho de que el hombre
quiso abarcar más de lo que le correspondía y querer entrar en temas que
desconocía teniendo como consecuencia ese resultado.
Lo que no me dejó
satisfecha fue el seguro ir y volver de dos dimensiones porque probablemente
deben existir más de un par y sería creíble el que repitiendo los mismos pasos
no necesariamente te deje en el mismo punto de partida.
Considero que
pasaron por alto esa idea para no tener un final similar al planeta de los
simios; sin embargo, se pudo usar ese factor de lo desconocido a favor de la
historia y construir una mayor intriga de la que ya estaba planteada.
Admito que la
protagonista fue de mi agrado al carecer de ingenuidad —quitando la revelación
del enemigo en la nave— y por preocuparse de la tripulación incluso cuando su
objetivo personal varío. Además de que su cambio de decisión de último momento
me resultó excelente y racional, en comparación de su plan inicial que era un
desastre por donde lo mirases.
A pesar de la
creación de nuevas incógnitas, ninguna se me hace necesaria de responder y el
mencionar en los diálogos que en algún punto todo perdió lógica es una manera
de avisarle al espectador de ello. Tampoco la considero una gran película que
te deja al borde de tu asiento, solo es de esas que si bien no te hacen sentir
que desperdiciaste tu tiempo, tampoco se va al extremo de hacerte creer que lo
invertiste bien. Solo cumple la función de ser entretenida para llenar un
espacio de ocio.
Le faltó
atrevimiento para volverse memorable, sintiéndose más como un episodio que como
una película en sí. Y si bien logra aclarar parte del panorama, es cierto que
este no es nítido aún, pero eso depende ya del gusto del espectador.
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