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28 de marzo de 2018

Seoul Station: Algo más mortal que un apocalipsis zombie

2:06 p.m. Posted by BlueSoul No comments

Seoul Station
por Yeon Sang Ho.

Meses después de quedarme encantada con Train to Busan, me encontré con la existencia de su precuela animada la cual explicaba un poco más sobre la propagación del virus, llamada Seoul Station. En lo particular no recuerdo porqué postergué tanto el buscarla y verla hasta esta semana donde con suerte pude encontrarla subtitulada.

Esta historia es la travesía de la protagonista, su padre y novio dentro del inicio de este apocalipsis zombie. Creí hasta pocos minutos antes del final que el personaje femenino sería la desconocida que se sube al tren en la película, conectando así las dos historias con una delgada línea, pero debió pasarme por alto —o quizá la sipnosis que encontré carecía de esa información— que ambas historias son inconexas.

Y volviendo a esta, empieza con la aparición de un anciano herido cerca a la estación subterránea, algunos notan su estado, mas al acercarse y notar su mal olor, se alejan comentando que ojalá algún otro pueda ayudarlo. Este anciano agoniza por bastantes horas (aparece cuando está recién atardeciendo y permanece hasta que está todo oscuro y con escasa gente transitando) y recién un alma caritativa lo ve y se dispone a ayudarlo aun careciendo de recursos. Pide ayuda a su alrededor, volviendo al lugar para verificar la condición del anciano el cual fallece, su fallido salvador llora yendo a una comisaría o lugar de consultas —donde fue en primer lugar siendo ignorado— culpándose de esa muerte y al momento de regresar con oficiales, el anciano no está. Dispuesto a ayudarlo, a pesar de no tener conexión con él, entra en la estación en su búsqueda, encontrándolo ya en forma de un zombie que lo llega a atacar. Siendo así el anciano la víctima número cero.

Esta apertura se presenta con escenas intercaladas sobre la protagonista y su pareja, quien parecía tener un negocio de damas de compañía. Y evocando los personajes de Train to Busan, esperaba encontrarme con un personaje que en los momentos de supervivencia sacara su lado aguerrido, el lado que desea vivir a toda costa, independientemente de si es capaz de pasar por sobre los demás o no. No obstante, me encuentro con un personaje femenino muy cliché e incapaz, clásico de película de terror, la cuál no hubiera llegado tan lejos de no ser porque alguien siempre está ofreciéndole la mano y resolviendo sus problemas.

Admito que eso me decepcionó, el verla entrar a cuartos gritando por ayuda sin comprobar la existencia de zombies cuando la película estaba ya avanzada o el que se quedara dormida en una estancia extraña sin siquiera cerrar puertas y ventanas eran actos que me fastidiaban. Aparte de que sabiendo que su padre y novio van en su búsqueda, se olvidaba constantemente de avisarles que ya cambió su ubicación, exponiéndolos al peligro, eran acciones que me daba muestra de lo débil que resultaba este personaje.

Mi fastidio duró bastante y aumentaba cuando no tomaba la iniciativa, pero mi perspectiva de ella cambió por completo casi al final, tras el encuentro con su novio y padre, dando a comocer un giro inesperado. No porque ella cambia su naturaleza o saca entereza de donde no tiene, sino porque el fastidio e irritación propio, cambia a pena y comprensión.

Nadie te brinda el panorama entero de su historia, ni tampoco muchos detalles, mas basta esa mínima e impactante muestra para darte cuenta de que ninguno afronta las situaciones iguales. No todos estamos capacitados para hacer frente a situaciones donde nuestra vida está en juego y más aún cuando tal vez ella usó la poca fuerza que tenía para huir tiempo atrás. Ya que frente a las situaciones adversas hay quienes se fortalecen y otros se debilitan.

Y cuando está por suceder lo impensado, cuando ella está por ver su pesadilla hacerse realidad sin importar sus intentos de huir, te das cuenta que hay cosas peores expandiéndose más rápido que aquel virus zombie, dejando secuelas que permanecen dentro de uno mientras se siguen destruyendo vidas sin necesidad de un apocalipsis.

También recordé al anciano del comienzo. Esta víctima inicial se transformó únicamente después de muerto, a diferencia de las siguientes que en cuestión de minutos lo hacían, y hubo bastante tiempo para que su muerte sea evitada, para que alguien le tienda la mano y lo ayude. No es como si nadie lo hubiera notado, estaba en una zona transitada con la camisa cubierta de sangre.

¿Si hubiera sido ayudado a tiempo todo ese caos se pudo haber evitado? Fue y sigue siendo una de las preguntas que me sigue rondando por sobre el saber cómo este virus empezó —lo cual no se llega a revelar— y de ser así, quizá no sea el virus quién condenó a todos, más bien fue la propia indiferencia y frialdad de la gente ante quién lo necesita, cobrando como víctimas no solo a los causantes de ese mal, sino a todos como un reflejo de lo que sucede a la sociedad hoy en día la cual, como efecto dominó, cobra las consecuencias del no actuar.

Mostrando con esta historia que los zombies no son los únicos que han perdido su humanidad, las personas lo siguen haciendo cada día sin tener ningún virus al que culpar.

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