Tengo diversas facetas, mucho que pensar y varios temas de que hablar.

24 de abril de 2018

Zankyō no Terror: El verdadero enemigo siempre está oculto

7:53 p.m. Posted by BlueSoul , No comments

En mi nueva búsqueda de alguna historia con breves capítulos de corta duración, meses atrás me topé con este título y lo agregué a mi lista de pendientes en donde se mantuvo buen tiempo hasta que me animé a verla. Para mi mala suerte solo llegué al segundo capítulo antes de que netflix la sacara de su repertorio, perdiendo mi comodidad de visualizarla fuera de mi computadora y teniendo que limitarme a ver cada episodio en ella.

Y es así como me encaminé en este thriller policial que se da en la ciudad de Tokio donde surge el robo de una bomba en manos de un grupo que con el avanzar de los días se presenta como Sphinx, quiénes realizan ataques terroristas, no sin antes ofrecerles a la policía el evitarlos por medio de acertijos.

A simple vista parece una historia usual de persecución en donde se te permite observar desde ambas perspectivas, mas con la forma en que Twelve y Nine —los únicos integrantes de Sphinx y adolescentes superdotados— ejecutan sus ataques, puedes notar que aquello es solo la superficie de lo que está realmente en juego, siendo dichos sucesos una llamada de atención para vengarse de quiénes les arruinaron la vida, evitando tener víctimas inocentes en el camino y queriendo sacar a la luz que tan lejos son capaces de llegar los altos mandos con tal de tener mayor control y poder.

Cabe destacar que dichos intentos no hubieran rendido sus frutos de no ser por la intervención de Shibazaki, un investigador de la policía que fue capaz de ver más allá de Sphinx y no encasillarlos como victimarios, logrando también descifrar los acertijos y encontrar la verdad por su cuenta.

Ningún personaje que interviene activamente se puede considerar perdido, incluso la incorporación de la melancólica Lisa, tras verse envuelta en uno de esos ataques, juega un papel importante. No tanto por la parte de las estrategias o ejecuciones, sino por la parte sentimental, ayudando al espectador a observar el lado blando de Twelve y especialmente Nine, quién parecía el más renuente a mostrarnos esa faceta humana suya. Esto sin llegar a la exageración o a forzar la naturaleza de los protagonistas.

Lo que me mantuvo presionando el botón “siguiente” para continuar los capítulos es el ritmo en que se dan las diversas situaciones. Si bien los primeros dos capítulos podrían considerarse lentos, a partir de ahí se vuelve una constante sucesión de momentos en donde de manera gradual te ponen las cartas sobre la mesa, haciendo que simpatices con Sphinx tanto como con Shibazaki. Cada acto tiene su razón, incluso los momentos impulsivos, manteniéndote en la expectativa de saber si Sphinx logrará su verdadero objetivo o serán atrapados antes de ello.

Si hay algo que no disfruté mucho fue la incorporación de Five, no por el hecho de que es un nuevo personaje que se añade a la dinámica, sino por lo irracional de su actuar en comparación a los demás, lo cual descoloca si uno recuerda que la primera impresión que dio fue de alguien inalterable. Tampoco entiendo su obsesión con Nine, estoy indecisa entre si no supieron explayarse mejor sobre ello o que en realidad su fijación no tenía pies ni cabeza y por eso resulta incomprensible.

Ciertas personas comparaban el duelo de mentes entre Nine y Five con los enfrentamientos entre Light y L de Death Note, o mejor dicho la manera de pensar de L y Five y estoy en desacuerdo con ello. L es un personaje que tenía todo planeado, yendo un paso por delante y buscando ejercer el menor daño posible entre quiénes se encontraban de por medio; Five, por otra parte, imponía su voluntad guiada por sus impulsos sin importarle el daño que pudiera ejercer a otros.

Quitando ese impase, considero que este anime es una agradable sorpresa. Si bien es cierto que con el avanzar de las horas sabes que la existencia de un final feliz resulta improbable, continúas viéndolo porque los personajes tienen mucho que dar y mostrar. Y sobre el final… creo que encierra bien lo que trataba de contar esta historia, aunque me hubiera gustado unos minutos más para conocer el sentir de los demás.


Y es así que Zankyō no Terror o Terror in Resonance no cae en el error de alargarse de manera innecesaria, brindándonos en sus cortos 11 capítulos lo suficiente para dejarnos en claro el mensaje de que no todo es lo que parece y que el verdadero enemigo puede seguir pasando desapercibido.

1 de abril de 2018

¿Yo ser madre?

11:45 p.m. Posted by BlueSoul No comments

Ya pasé a la lista de las mujeres de 25 años, acercándome a la lista de mujeres que ya pueden ser madres o "deberían" serlo. Y si bien por mi condición de salud, el salir embarazada es un NO rotundo, aparte de que es un riesgo tener un hijo de mis genes (por la posibilidad de que el niño salga con las mismas condiciones). Quedándome con la adopción que en su mayoría la gente prefiere evitar.

Punto aparte esta que para mí el deseo de ser madre y el deseo de estar embarazada no significan lo mismo, pero las personas lo colocan al mismo nivel, incluso cuando se sabe que el dar a luz no te hace madre, sino el tomar ese rol y criar a un niño. Así que cuando escucho a alguien decir que está intentando por todos los medios y varios años el convertirse en mamá, yo capto que más que luchar por convertirse en madre, lucha por tener una descendencia propia.

Volviendo al tema, desde temprana edad supe que el tener un hijo propio no era una posibilidad para mí y de tener las posibilidades solo es válida la idea de adoptar; sin embargo, y en contra de lo estipulado por la sociedad, no poseo ese anhelo. No lo tengo como una meta para sentirme realizada —ni tampoco objeto por la idea de que otras mujeres si lo consideren así—, ni forma parte de lo que realmente quiero hacer con mi vida.

Ser madre no es para todas, el poseer útero y desear hijos son términos que carecen de una obligatoria relación. El ser madre significa tener y estar dispuesta a sacrificarte en todos sentido por tus hijos, llevadas por el amor. Y yo dudo poseer semejante capacidad de entrega, quiero seguir creciendo y velar por mí, por mi madre, no por alguien más. Así que consideraría injusta el pasar por esa experiencia cuando hay otras mujeres que sí lo desean.

Cuando eres madre, cabe la posibilidad de que tengas que adaptar o cambiar tus metas personales ante el nuevo panorama, hasta tal vez olvidarlas y sé que después hay una recompensa, que esa experiencia es irremplazable y demás, pero mi corazón no se derrite ante esa idea y siento que puedo vivir sin conocer aquello.

También está hecho de que los niños no me gustan, los que he visto y he tenido cercanos anulan cualquier crecimiento de anhelo posible. Mi trato hacia ellos siempre fueron faltos de aquello que llaman el innato instinto maternal. Así que con la llegada de mi sobrino, me cayó por sorpresa que sintiera tanto amor salir de mí dirigido a una persona con tan escaso tiempo de llegada, mas me reafirmó mi perspectiva y me hizo darme cuenta que prefiero mi rol de tía, sin preocupaciones excesivas de por medio.